Buenos días:
Igual sería interesante que compartiéramos algunas de nuestras experiencias en este ámbito. Es una práctica muy extrema y entiendo que minoritaria, pero me consta hay interés al respecto que no se visibiliza por motivos obvios.
En mi caso tuve la oportunidad de tener a mi disposición una sumisa cuyo rol se circunscribía únicamente a las sesiones. Ella adoraba el spanking pero buscaba un amo con horizontes más amplios (lluvia y más).
En una de las sesiones fue obligada a beberse un cuenco de comida para perros hasta el borde de orina. Más adelante, la sodomicé con un dildo de bolas y le restregué el scat por el coño. De ahí, a la bañera donde fue obligada a lamer mientras le cagaba la boca. Fue difícil para ella aguantar el sabor, pero disfrutó mientras le restregaba el resto por el cuerpo, con una obediencia absolutamente ejemplar y demostrativa de unas cualidades sumisas de primer orden.