Hace unos años, cuando apenas comenzaba a explorar el mundo del BDSM, me encontré en un chat con un hombre que parecía perdido, buscando algo más profundo, aunque no lo sabía aún. No tenía claro lo que estaba buscando, pero sentí curiosidad. Empezamos a hablar de manera casual, compartiendo algunos intereses y fantasías. No pasó mucho tiempo antes de que él empezara a mostrar una inclinación por la sumisión.
Un día, de forma casi natural, comencé a jugar con su mente, probando su devoción de manera sutil. Le pedí algo sencillo, una pequeña tarea para demostrar su obediencia. Lo hizo sin dudar, y fue entonces cuando sentí por primera vez esa chispa de poder que nunca había experimentado tan intensamente. A medida que nuestras interacciones avanzaban, la dinámica cambió. Empecé a humillarlo, a reducir su valor a solo lo que me podía ofrecer. Lo insultaba de manera controlada, observando cuidadosamente cómo reaccionaba. Pero lo más impactante para mí fue cómo él lo aceptaba con gratitud, como si estuviera recibiendo el mayor de los favores.
Esa gratitud lo llevó a querer demostrarme su devoción de formas más tangibles. Comenzó a enviarme regalos, pequeñas muestras de adoración que poco a poco se convirtieron en transferencias de dinero, cada vez más grandes. Me fascinaba cómo, a pesar de la humillación que le infligía, él se volvía cada vez más adicto a esta dinámica, rogándome que continuara. Cada día que pasaba, me entregaba más de sí mismo, más de su dignidad, y más de su dinero, todo a cambio de seguir siendo humillado, de seguir sintiendo mi control.
Con el tiempo, descubrí que lo que realmente me excitaba no era solo el dinero, aunque nunca dejé de recibirlo, sino el poder absoluto que tenía sobre él. Esa capacidad de hacer que alguien anhele su propia humillación hasta el punto de entregarme todo lo que tenía fue un descubrimiento que marcó mi camino en el mundo del findom. Desde entonces, supe que este era el tipo de relación que quería, una en la que el poder y la sumisión se entrelazaran de manera tan intensa y gratificante.
-MistressLucier.-
El Muro