El trance no es un concepto nuevo ni es unico de la hipnosis erotica, pero en esta practica es un estado fundamental, y debido a que estamos trabajando con la mente de la persona, conlleva una responsabilidad muy grande hacia el hipnotista, asegurando que fuera de la sesion o de cualquier acuerdo al que se haya llegado, no haya ninguna repercusion sobre el sujeto hipnotizado.
La persona sometida a este trance deposita su confianza en el hipnotista para hacer con su mente una serie de sugestiones que fueron previamente acordadas, de una manera muy similar a la que una sumisa entrega su cuerpo a un rigger cuando se practica la suspensión.
Esta confianza es esencial en las practicas del BDSM y se va ganando, en la interaccion con la persona. Debido a esto, no es una practica que se practique con cualquiera, aunque cualquiera es hipnotizable (con mayor o menor facilidad).
En eventos uno puede tener voluntarios para ser sometidos al trance, pero incluso en estos casos les explico lo que ocurrirá para tener su consentimiento previo y se les hace una pequeña entrevista para asegurar que tengan las características necesarias para efectuar estas practicas de manera segura y positiva. Y por lo general son demostraciones muy intensas ya que dejan que la persona vaya explorando de una manera mas desinhibida su entrega.
Aunque uno no puede hacer que alguien bajo hipnosis haga cosas que no desea, es importante notar que no se deja al subconsciente de la persona definir si toma o no la sugestión, sino que se siguen los acuerdos previos. Y en el caso que un sujeto no tome la sugestión, se acepta que no hara esa accion como un limite, ya que no está en condición de dar su consentimiento consciente.
Es importante, como Dom tener ese control y esos limites muy claros para tener sesiones verdaderamente satisfactorias para todos los involucrados.
El Muro