Este es un tema bastante más complejo de lo que parece a simple vista, hay muchas maneras de verlo, diferentes motivaciones para practicarlo y muchos prejuicios alrededor.
Trataré de explicarlo del modo en que yo lo veo dado todo lo que he leído al respecto y todo lo que me han contado.
La feminización va desde el simple uso de ropa femenina, incluidos calzado, pelucas, maquillaje, etc, hasta una feminización más compleja, llamada sissificación, incluyendo maneras, tono de voz, formas de comportamiento netamente femeninos, depilación y hasta la ocultación de los genitales masculinos.
Adjetivos como nenita, perrita, putita, son muy utilizados a la hora de dirigirse a ellos e incluso la utilización de nicks femeninos dentro del juego.
Lo que nunca puede faltar en ninguna de las variantes es el uso de lencería, cuanto más delicada y sexy, mejor… encaje, medias de red, portaligas, corsets…
El maquillaje es otro punto importante a tener en cuenta, labios rojos, fuerte delineado, incluso pestañas postizas...
Más allá del uso de lencería y ropas marcadamente femeninas, hay ciertos “personajes” muy comunes dentro de la feminización y en especial la sissificación,
La Mucama Francesa
Uniforme sexy y ajustado, portaligas, medias de red, tacones, cofia, peluca, maquillaje, accesorios como plumeros. Va desde la simple caracterización hasta el cumplimiento de las funciones propias de una mucama.
La colegiala
Camisa blanca, corbata, pollerita de preferencia escocesa, medias blancas, zapatos, maquillaje y peluca, accesorios como libros, cuadernos, un lápiz (mordido sexymente ) También va desde la simple caracterización hasta la toma de lecciones, pruebas incluidas (y castigos por no aprobar )
Vestidos vaporosos, zapatos elegantes, pelucas, maquillaje, coronitas. Creo que en este caso mayormente es solo una caracterización, aunque imagino que podría ir más allá haciéndolos actuar como tal en un té o una reunión con otras dommes
Y aquí si va en general más allá de la caracterización porque creo que la principal motivación es ver al sissy actuando infantilmente, entrando en el rol y jugando, incluso comiendo, hablando, moviéndose como niñas pequeñas.
La mujer
Aquí simplemente se trata de volver al sumi o sissy femenino, sin rol más allá de vestir ropa de mujer, ya sea solo lencería o ropa de calle pero siendo y actuando simplemente como cualquier mujer madura
A lo largo de los años me he encontrado con diferentes opiniones acerca de lo que lleva a las dominantes y sumisos a practicar la feminización. Algunos hablan de humillación y otros de adoración.
Quienes lo consideran una humillación, mayormente lo ven desde el punto de vista de degradación, considerando la inferioridad de la mujer, el hecho de que los vistan de mujer. Por otro lado hay quienes lo consideran humillación por la pérdida de identidad masculina, sin considerar superioridad o inferioridad (aunque son los menos).
Por el lado de la adoración, hay sumisos que adoran tanto al ser femenino que quieren parecérseles y dóminas que se sienten superiores como mujeres y quieren que sus sumisos demuestren esta adoración mediante este proceso. De todos modos esta es una de las disciplinas más practicadas dentro de dominación femenina.
A mi en lo personal me gusta vestir a los sumis con lencería femenina, medias, portaligas, sostén o corset, incluso me gusta ponerles labial, pintar sus uñas, pero no se si podría calificarlo de feminización porque me gusta que se sigan viendo masculinos aún con esa ropa, me gusta que no les guste, que lo hagan por complacerme pero que la ropa o el maquillaje no cambien en nada su esencia, que esta siga siendo muy masculina, por esto creo que mis gustos no entrarían en feminización que lo que traduce justamente es en volver femenino al sumiso.
Otra de las razones por las que creo no practico feminización, ya que ni humillación ni adoración, yo simplemente disfruto con ello, me excita ver a un hombre con piernas peludas en medias de red y tacos, maquillaje sobre un rostro con barba, lencería ajustada e incómoda, lo más recio posible pero delicadamente adornado, por decirlo de algún modo
El Muro