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Mariè, cómo comenzó todo (parte 1) from nShingo's blog

Había conocido a Mariè en FetLife. Me encontré su perfil y fui yo quien envió el primer mensaje. Me interesé en ella casi desde el primer momento, pues teníamos muchos gustos en común. Mariè era sumisa, con un gusto particular por la dinámica Daddy/girl. Comenzamos entonces a intercambiar mensajes y conocernos, primero en Fet y después en Facebook.

Una de estas conversaciones ocurrió, por coincidencias de la vida, un 13 de abril, nada menos que el Día Internacional del Beso. Sentí entonces que sería una oportunidad para proponerle "hacer algo". Comencé entonces a bromear acerca de la fecha:

— Sí pues, hoy es el Día del Beso. Aunque en realidad a mí me llama más "otro" tipo de beso —comencé a decirle, mientras le mandaba una imagen de una chica recibiendo sexo oral.

— Jajajaja, veo que lo vas a celebrar bien xD

— Ni creas, no tengo con quién celebrarlo :(

— :O ¿En serio no tienes a nadie?

— No, no hay nadie. ¿Conoces a alguna "voluntaria" que quiera celebrar?

Se hizo un breve silencio. Decidí dar un paso más allá...

— No veo a ninguna "voluntaria", ¿puede alguien levantar la mano?

En Facebook la gente puede enviar stickers, así que Mariè me envió uno. Era un gatito sonrojado, con una tímida sonrisa. No sé si me estaba queriendo decir algo con eso, si solo me estaba siguiendo la corriente o jugando conmigo (soy medio torpe para entender los mensajes "indirectos"). Decidí continuar con el juego.

— ¿Nadie? No veo ninguna mano levantada... —le dije

Y esta vez mandó un segundo sticker, un zorrito mordiéndose la cola. E intuí, ahora sí, que ella quería decirme algo, pero tenía que estar seguro para no meter la pata.

— ¿Es esa una cola levantada? —le pregunté.

— Bueno, eso es como una mano levantada, ¿no? —fue su respuesta.

El mensaje ya era claro. Mariè quería que nos viéramos y tener un "encuentro" por primera vez.

A Mariè le atraía el BDSM, pero nunca había tenido alguna experiencia "real", por lo que procuré que para este primer encuentro ella se sintiera en confianza, pues hay tanto loco suelto por ahí que una mala acción mía podría ser malinterpretado por ella. Tampoco quería hacer de esta una sesión D/s como tal, sino que fuera algo sencillo y puntual, no demasiado fuerte ni estricto. Elegí un lugar concurrido y conocido para encontrarnos (para mayor seguridad de ambos), y ya después poder luego ir a un lugar más privado. El centro comercial Plaza San Miguel fue el lugar elegido.

Llegué al lugar unos 30 minutos antes de la hora, tiempo suficiente para sondear el lugar, buscar un hotel cercano e indicarle luego a Mariè dónde la esperaría. Llegué "desarmado", pues en ese tiempo no tenía ni usaba juguetes o accesorios de BDSM para mis encuentros o sesiones, sino que prefería improvisar con lo que tenía a la mano (corbatas, pasadores, cucharas de cocina, regletas, etc.). Aun así, hay algo que siempre llevo a mis encuentros, y es un tirante de un viejo maletín (el maletín ya pasó a mejor vida pero conservé ese tirante). El tirante tiene un, digamos, "nudo corredizo" (por así llamarlo) que originalmente servía para graduar el largo del tirante, pero que hoy lo hace práctico para usarlo en bondage.

Habiendo ya encontrado un buen hotel, volví al centro comercial y estuve paseando por algunos minutos. En eso, recibo un mensaje de Mariè. Me decía que llegaría unos 30 minutos tarde.

— Quedamos en vernos a las 6... —le respondí escuetamente en un mensaje.

— Sí, disculpa :( ya voy para allá —me escribió ella.

Después de la espera, Mariè finalmente llegó. Ya habíamos compartido anteriormente fotos nuestras, por lo que le fue fácil a ella encontrarme y a mí reconocerla cuando llegó. Vestía de forma sencilla, un polo rosado, chalina, leggins y zapatillas. No le dije nada sobre su tardanza (eso lo dejaría para después).

Nos pusimos a conversar en el lugar (no quería presionarla llevándola directamente al hotel) y luego dimos una vuelta por el centro comercial, hablando de cosas banales. Después de una breve caminata, nos detuvimos en un barandal. y decidí que era el momento adecuado para ir al grano...

— Bueno, ya hablando en serio, ¿fue verdad lo que dijiste sobre el encuentro de hoy? —le pregunté.

— Pues... no lo sé —me respondió ella, riendo nerviosamente.

— Yo no te puedo obligar a nada, Mariè. No me enojaré si me dices que no, pero si lo hacemos, tenemos que estar de acuerdo los dos. Y yo quiero hacerlo. Así que de ti depende.

Mariè lo pensó por un momento, pero seguía sin decidirse. Me preguntó qué haríamos. Quería guardarme esa información para que ella pueda descubrirlo en el momento mismo, pero lo pensé mejor y le dije de forma muy general lo que haríamos, más que nada para eliminar su miedo y que confíe en mí. También me pidió no hacer todavía ciertas cosas o prácticas en este primer encuentro. Yo respeto mucho el consenso entre Dominante y sumisa, así que accedí a su petición.

— Entonces, con lo que hemos conversado ahora, ¿puedes tomar una decisión?

Nuevamente hubo unos segundos de silencio. Mariè agachó la mirada, y murmuró algo que no alcancé a oír.

— Sorry, no te escuché... ¿Es un sí o un no?

Ella levantó tímidamente la cabeza y me miró. Habló en voz baja, pero esta vez oí su respuesta claramente.

— Sí...

(continuará...)

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Relato basado en hechos y encuentros reales. "Mariè" fue una persona real, cuyo nombre he cambiado para proteger su privacidad.

El Muro

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Por nShingo
Nov 13 '18

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