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Abuso o exceso de confianza? from Satiro's blog

 

Muchas veces hablamos de lo mal que se ve una sumisa al terminar su relación D/s, el cambio de collar como de bragas, yendo de cama en cama o por mejor decirlo de fusta en fusta.

 

Pero como mi mente no se puede quedar quieta, y por supuesto mis dedos si no vomitan lo que llevan dentro, no están en paz hasta plasmarlo, hablemos un poco del cambio continuo de sumisas que hace el rol Dominante.

 

Llevo días pensando y analizando, qué nos diferencia de los cazadores, acosadores o “pseudos” a los que casi quemamos en la hoguera, cuando nos enteramos que agrede textualmente a alguna conocida.

 

Somos los primeros en dictar una serie de estupideces en contra de esos seres que buscan sexo fácil, de acosar a sumisas inexpertas, de seducir cuando nos damos cuenta que tienen baja autoestima o están en momento difícil después de un doloroso rompimiento, de intentar manipular su mente para obtener el todo de sí, de toda la sarta de mentiras que dicen para poder lograr el control de su alma y cuerpo…

 

(Donde he visto eso?

Caray, me parece que el nombre del texto debió ser Autoretrato.)

 

Porque somos efectivos para juzgar a los demás, pero pocas veces nos paramos frente a un espejo y decimos “mierda, pero si somos como dos gotas de agua”

 

Pero no basta con saberlo, o sí?

Hay alguna forma, tope, regla, protocolo que permita al ser sumiso poder mostrar su inconformidad, o por el hecho de ser un Dominante conocido, con camino recorrido o por miedo a “manchar” su reputación, es que deben guardar silencio?

 

Desafortunadamente hemos rebasado límites al grado de llegar al abuso de confianza, muy fácil encontramos personajes que ocultos detrás de un monitor, pasan horas tras horas, seduciendo sumisas con la voracidad de una serpiente.

 

Y claro, no debe ser mal visto o juzgado porque un nick nos da el poder para hacer lo que queramos, creemos que todo eso está bien porque como Dominantes podemos hacer lo que deseemos.

 

De cierta forma esto de tener contacto con todo tipo de gente en las redes sociales, nos ha convertido en unos auténticos Don Juanes.

 

La falta de humildad, el ego agrandado, la excesiva autoconfianza y la poca empatía al no ponernos en su zapatos nos lleva al abuso de poder.

 

En muchas ocasiones he visto críticas para los sesionistas, por su forma tan libre de actuar, de desenvolverse en este estilo de vida, pero pocas veces podemos comprender que jamás juegan o dañan a alguien, tras una o mil mentiras para lograr su placer.

 

Todo lo contrario del Dominante abusador que ya tiene una relación D/s, donde jura y perjura que es lo que ha esperado por largo tiempo, casi otorgando las perlas de la virgen para firmar sus acuerdos o sellar su compromiso, y en sus momentos de ocio, pasa las horas buscando una nueva víctima.

 

Existen pocas cosas en las que todo el mundo esté de acuerdo en el BDSM, pero afortunadamente una de ellas es la necesidad de demarcar claramente la diferencia entre una relación BDSM sana y una relación basada en el abuso y la explotación.

 

“Mucha gente piensa que ser Dominante es sencillo y sin complicaciones, puesto que es el que ordena y le obedecen a ciegas.

 

Tienden a concluir que son seres con tiranía en su máxima expresión hasta llegar a pensar que muchos sufren de sociopatía, situación lamentable por la proliferación de personajes con malas intenciones y con distorsión de la realidad que se visten de Dominantes para llevar a cabo actos denigrantes y abusivos en contra de la voluntad de la otra persona.

 

Aún con la mala fama que se ha creado de Dominantes desalmados y despiadados, no todos somos inhumanos.

 

El ser Dominante no es un rol fácil puesto que implica el doble de responsabilidad, ya que en nuestras manos han sido depositadas la confianza y la voluntad del rol sumiso, quien espera con ansías que su entrega sea valorada por parte nuestra.

 

A su vez nuestro tiempo, nuestras enseñanzas, adiestrarlos, cuidarlos es una muestra de nuestra entrega al ser sumiso.

 

También somos personas que tenemos temores, lloramos y sufrimos por engaños, por extorsiones y por malas pasadas por parte de personas que toman el rol de sumiso para hacer de las suyas.”

 

Tan bonito que se lee, y tan difícil de llevar a cabo.!

 

Personalmente, no me ha sido nada sencillo, puesto que en el  camino que llevo en el mundo BDSM me he topado con distintas experiencias, tanto dulces como amargas, de disfrute y de sufrir, porque aún manteniendo el autocontrol y la fortaleza, algunos dardos con malas intenciones han logrado que medite si estoy haciendo las cosas tan mal como para hacer un cambio completo en mi comportamiento.

 

Ser Dominante también implica que no debemos obviar que somos seres humanos con sentimientos, que sí nos afectan situaciones que no llevan buen rumbo y que no somos dioses para creer que somos intocables.

 

Me parece que ya va siendo tiempo de abrir los ojos y dejar de ser idiotas, comiendonos todo lo que está a nuestro paso hasta atragantarnos.

 

Para considerarse un buen Amo, pienso que debemos dejar de ver a la sumisa como un par de tetas o un coño húmedo.

 

Es exquisito Dominar a una mujer,  también es exquisito y delirante tener el Dominio de las decisiones, de las elecciones y la forma de disfrutar de este estilo de vida, pero si seguimos poniéndonos piedras en el camino, llegará el momento en que con esas mismas nos apedreen.®

 

Sátiro Demencia


El Muro

zorritalilith M
Ago 12 '18
Excelente y muy realista su post. :)
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Por Satiro
Ago 12 '18

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