no ha nada mas erroneo, por que le debo obediencia a alguien que no conozco y que es irrespetuoso? que solo piensa que por llamarse Dom o Señor puede mandarme?
Las sumisas somos personas que primero se valoran a si mismas, que esperamos respeto y que solo bajamos la cabeza ante nuestro Amo, un Señor que te tratara ante todo con respeto y se ganara la sumision que tienes dentro, que te conquistara y te conocera.....
es la reflexion de este dia para mi.........
Pasiones Prohibidas ®
Finalmente la puerta de la habitación se abrió, y ella no pudo evitar estremecerse de arriba a abajo. Se dio la vuelta lentamente, y lo vio. Un hombre alto, corpulento y con barba incipiente. Vestia con un traje elegante, completamente negro. Tendría unos 38 años. Se acercó con paso lento, y se detuvo a escasos centímetros de la mujer. Ella tuvo que alzar la cabeza para mirarlo a los ojos, era al menos una cabeza más alta que ella. El hombre habló con voz grave y profunda.
- Me estabas esperando, bien - Levantó su mano y la puso en la mejilla de la mujer - Estas hermosa - Empezó a pasar suavemente su pulgar por los labios de la mujer. Ella los abrió ligeramente para lamer el dedo con la punta de su lengua. - Me puse hermosa para usted, amo - Tomó su mano y empezó a lamer el dedo de su amo con más fuerza - Por favor amo, hágame suya - Dijo entre jadeos mientras continuaba lamiendo el dedo. De repente, su amo tomó su cuello con la otra mano. El poderoso agarre dejó sin aliento a la mujer, que dejó de lamer el dedo de su amo y lo vio directamente a los ojos - Vamos con calma cerda, la noche es joven y tengo planeadas muchas cosas para ti - le dijo mientras mantenía su presa en el cuello de ella. Acercó su rostro y la beso en los labios mientras continuaba ahorcandola. Finalmente la soltó, y la mujer cayó de rodillas en el suelo. El hombre se alejó unos pasos de ella - Ahora, pídelo de la manera correcta, como te enseñe. La mujer se mantuvo de rodillas y puso su cabeza en el suelo mientras suplicaba -Por favor amo, haga conmigo lo que quiera. Estoy a su merced.
Continuará...
Díganme que tal les pareció y si les gustaría que continuará. Las críticas constructivas son bienvenidas.
Los fantasmas me atormentaban día a día. Había aprendido que sin él, la imponente fuerza oscura acabaría con mis pocas ilusiones y me carcomería lentamente hasta desgarrar mis entrañas.
Sin saberlo, ese mismo día, conocí el amor.
Un caballero sin espada. Un caballero sin escudo, sin caballo y sin castillo. Un caballero terrenal. Un caballero sin magia y sin poderes oscuros. Un ser de luz. Un ser que irradiaba bienestar. Que me cambiaría la vida y me potenciaría como nunca antes. Me acerco a él, con un tono sutil, haciendo halago de su forma humilde de abrirse con ternura y respeto. Ya le conocía por su forma de expresarse y pensaba en que "tenía algo especial".
En el primer acercamiento, se esfuerza en adornar las palabras con tal de no parecer "del común" y conjugar los verbos perfectos. Me deleita la manera en cómo se expresa. Me seduce su ternura y su humildad.
A medida que lo voy conociendo, encuentro un alma artista y lujuriosa. Se presenta como un caballero. Me resisto a la idea de ser suya pues tengo dueño pero su fuerza viril es más potente que mi voluntad.
Un juego lleva a otro juego.
Me propone una lúdica "inocente", un juego que permita olvidarme del mundo entero, de mis responsabilidades adultas, del aburrimiento de la realidad patética, de los seres egoístas, de las amistades falsas, de los cariños posesivos. Con cierto recelo y desconfianza, acepto. Que puede pasar? Es un juego "inocente".
Se propone el reto de lamer completamente mis ideas y perforar mi mente en pocos minutos. De nuevo, dudo de su poder, pues tengo maestría en protección anti pajeros y especialización en captaciones de pseudos. Con un poco de humor lo tomo.
Me propone regalarle en ese instante una entrega "ficticia" mientras consigue alejarme del mundo real. Cierro los ojos y me concentro en su voz. Es cortéz, educado y perverso. Lentamente, como bajo efecto de hipnosis me sumerjo en las fantasías de mi propia mente bajo su guía. Me siento como una pluma que se adentra en una habitación gigante con las paredes blancas y el brillante sol reflejando el suelo. Me pide, me sienta libre, de hacer, decir y sentir lo que mi cuerpo decida. Sin límites, sin barreras. Lo que mi cuerpo decida secretar lo que mi mente desee fantasear y lo que mis sentimientos quieran fluir. Libre en esa habitación iluminada. Sola con mi cuerpo y mi mente.
Me pide me desprenda de las ropas que me aprietan y me recueste boca abajo, sobre el suelo, levantando ligeramente mis hombros, rozando apenas mis pezones contra el piso, sin tocarlo. Al mismo tiempo que, un pequeño objeto extremadamente frío de metal cubría mi sexo.
De pie, toma mis manos y cubre mis muñecas con esposas. La meta, no llegar al suelo completamente. Mis senos siempre, deben estar expuestos ante él, mis montañas no pueden cubrirse bajo ninguna circunstancia, pase lo que pase. Me parece divertido y acepto el reto.
Me toma del cabello salvaje y de las esposas y comienza a lamer mi oído, morder mi cuello, me retuerzo un poco y gimo otro tanto.
Otra regla es que, - no puedes mover tus caderas, pase lo que pase - dice.
Abre más las piernas, bien abiertas!!! - ordena.
Introduce el objeto redondo en mi vagina y lo saca inmediatamente. Lo lleva unos instantes al refri.
Está caliente tú vagina. Debes enfriarte un poco - dice.
Continúa recorriendo con su lengua mi columna hacia el coxis, subiendo de nuevo a mi cuello, lamiendo como una bestia imparable los lóbulos de mi oreja. Me invade de su saliva.
Va por aquel objeto y lo introduce de nuevo en mi vagina. Gimo fuerte. La temperatura del objeto ha bajado extremadamente y mi cuerpo intenta darle calor. Mis fluidos empiezan a correr.
Sonrríe y dice. - Muy bien. Recuerda no moverte. Ni tocar tus bellos pechos contra el suelo. Apenas pueden rozar tus pezones. Recuerda también dejar salir cada fluido que se desprenda de tí, sin vergüenza, entrégamelo todo.
Obedezco.
Comienzo a sentir el poder de sus palabras en mi oído.
Continúa lamiendome como un perro sediento. Desde la punta de los dedos hasta lo más profundo de mi oído.
- Deberás estar toda húmeda. Tanto en el exterior como en el interior. -
Lame mis pies. Me excita, y empiezo a brotar fluidos. Desliza su lengua hacia mis piernas, muslos, huele mi sexo y lame mi culo. Muerde mis nalgas y me azota cinco nalgadas secas en cada una. Gimo fuerte. Continúa lamiendome, me escupe, me babea.
- que linda PERRA tengo - dice.
Al mencionarlo. Un chip dentro de mi se activa y me niego a ser suya.
No soy tú... - le digo -
Cállate!!! Silencio!!! Concéntrate!!! - ordena - No pongas límites a tú mente. Se un animal para mí. Libérate de las cadenas. - agrega -
Si, está bien.
Después de haberme lamido entera. Me escupe y dice - deja que mi escencia penetre tu piel. Deja que navegue por tú sangre hasta tú cerebro -.
Se pone de pie y dice:
- Eres una PERRA de pedigree. Observa tú porte. Tú cabellera. Tú estilo. Tus ubres firmes y erectas. Te gusta ser una PUTA sucia. Adornaria tu cuello con un bello collar y te sacaría a pasear en medio de todos para que vean lo orgulloso que mer haces sentir. Caminarías en 4 y me lamerias los pies. Me lamerias los dedos. Olerias mi sexo. Vivieras para cumplir una única función. Tú función de PUTA sirviente. Eso es lo que te hace feliz. Dar y recibir placer. Tú arte de despierta en tú sexo. Tú creatividad es adornada por tu esclavitud mental. Quieres que te orine ahora y humillarte en suciedad. Mover la cola en señal de felicidad cada vez que me ves. Estar siempre dispuesta a complacerme. A pasearte por lugares públicos y campestres. Atarte en los árboles y violarte!!!. PERRA!!!. Te estás moviendo. Tú cuerpo se está cansando. Ponte en 4 PUTA. Cómo la PUTA que eres!!! Levanta bien el culo y escurre esos líquidos en el suelo. Pon la cabeza sobre el suelo y el culo bien parado, piernas abiertas, que te huelan los otros canes y vean como te quieres aparear con todos. Que huelan tu sexo y te laman. PERRA viciosa. Camina por la habitación, en 4, abierta, ofreciendote, PUTA!!! Ofrecete fácilmente. Que te huelan, que te quieran montar. Deja salir cada jugo que brota de ti. Orina incluso. No te reprimas. Saca la lengua, jadea, aulla como una PERRA en celo!!!!. Babea el suelo......
- por favor permítame correrme por favor - le suplico con desesperación.
- NO -
- Sólo podrás correrte en el patio como una PERRA y sólo si me llamas AMO -
- pero tengo a ...
- muy bien PERRA - dilo. Quien te pone como nadie?
- mmmm -
- camina, vamos al patio, sé una buena PERRA. Ve hacia el jardín. Al pasto. Ese es tú lugar. Ese es el lugar de una PERRA. -
Toma el vibrador más potente que tiene.
- ponte en 4, culo bien parado. Piernas abiertas lo más que puedas.
- si...
- si que?.
- si....
- si que? Dilo!!!
Prende aquel vibrador y lo presiona directamente en mi clítoris a toda potencia. Mi cuerpo se retuerce. Se mueve. Quiero ser follada por él de todas las formas y maneras. Quiero a mis agujeros llenos para siempre por y para él....
Lanzo un fuerte gemido.
Él ríe.
Eso. Que te escuchen todos PERRA!!! Que sepan quién es tú dueño real.
Gimo, más y más fuerte
Mis jugos brotan, líquidos de todo tipo cubren el suelo
- Vamos PERRA, vamos PUTA, dime... Quien te vuelve loca?.... Quién es tú dueño?... Quien... Es tu aaa....
- tú amo, tú, y sólo tú,!!!!!!!! - lo pronunció mientras lanzo un grito aterrador y de mi cuerpo cae baba, líquidos blancos, transparentes y amarillos....
Me desvanezco sobre el suelo y quedo totalmente inconsciente.
Continuará....
Empieza a susurrarme al oído las mil y una formas en que desea atarme y torturarme. Amarme y esclavizarme. Mi cuerpo se tensa al peinarme. Su muñeca. Necesito sus cuidados tanto cómo sus cuerdas....
Mi piel necesita sus caricias, mi mente su tacto y mi cuerpo apretarse hasta explotar. Explotar en amor y placer. Chorrear y babear. Retorcerme cómo un gusano mientras los globos oculares se desorbitan y mi mente grita en éxtasis suplicando, "no te detengas Papi"!!!.
Deseo que arranques mi exterior y exprimas mi interior. Ser tuya. Tú muñeca y tú puta .
Así es el amor caníbal.
Al segundo día, me propone un nuevo juego y me lleva a las afueras de la ciudad, a un lugar sobrio, de madera, me pide porte sólo un par de tacones y el fino collar de cuero que ha elaborado con sus propias manos.
- Serán tus únicas prendas - ordena.
Intrigada y a la expectativa ingreso a ese antigüo lugar donde las piezas del suelo crujen y el vacío de las paredes hace eco.
Desnuda, camino hacía el lugar central y me topo con una fina y gruesa estaca de hierro, maciza como un poste de luz que en su punta trae consigo incrustada una verga falsa de metal, gruesa y firme. Me pide, pose entre medio de aquel poste y abra las piernas de tal forma que aquella vara metálica quedé entre medio de mis muslos. De a poco, va subiendo aquel poste hasta la entrada de mi vulva abriéndose paso por mi conducto vaginal, dilatando los labios, abriéndose como una delicada flor, llegando a lo más profundo de ella. Lanzo un breve gemido al llegar al tope y siento como aquel metal helado comienza a cambiar de temperatura por mi calor interno. Con un movimiento, se asegura de que el poste quede en perfecta posición, fijandolo con una llave.
Quedo prisionera en mi propia vagina.
Mis brazos, manos y piernas se encuentran libres pero mi carne está inmóvil. Al cabo de algunos minutos, la impotencia comienza a hacerse presente. Me doy cuenta que no puedo moverme hacía ningún lado por más que lo desee. Muevo mis caderas circularmente y lo único que obtengo es el ligero brote de mis líquidos vaginales alrededor del dildo metálico.
Él se acerca lentamente hacía mi, dibujando una pequeña sonrisa sádica en su rostro y me pregunta:
- te gusta?
- yooo...
- quieta!! - ordena. - no puedes moverte pase lo que pase u obtendrás un castigo!!! - agrega.
Quieta. Inmóvil. Sigo sus instrucciones.
Me prensa los pezones con un par de pinzas de ropa habiéndolos erectado al tope previamente y tapa mi boca con una mordaza.
- así evitaremos el escándalo - dice.
Lo miro aterrada e inquieta pensando en mi fragilidad e inmovilidad. Ésta vez no podré escapar. Soy presa de mi propia vagina. Víctima de mi propio cuerpo....
Tira de mis pezones fuerte y comienzo a gemir de dolor. Estoy libre pero no puedo moverme. Lo hace un par de veces intercambiando con secos azotes en mis nalgas. Sólo me queda sufrir y disfrutar. Aceptar mi destino. Aceptar que me veje en las formas y maneras que desee.
- ésto no es suficiente para una perra adicta como tú - dice. - necesitas más - ríe.
Toma el más grande vibrador que encuentra, lo nivela a la máxima potencia y lo pasa por todo mi cuerpo.
- abre la boca PERRA !!! - ordena.
Lo introduce en mi boca y siento como todas mis neuronas juegan y se desequilibran. Es un masaje cerebral y dental.
- chúpalo como lo chupan las PERRAS!!! - sonríe. - es la verga gruesa y perforadora de tú AMO.
Gimo y babeo. Mi cuerpo se estremece, comienzan a temblar las piernas. Mi propia baba escurre por mis tetas y abdomen.
Lo baja hacia mis pezones. Siento un cosquilleo insoportable. Se doblan un poco mis rodillas pero al hacer ésto, me penetra más profundo esa verga artificial. Se me escapa una lágrima.
- debes mantenerte quieta, te he dicho!!! Sino quieres ser atravesada hasta el cuello por esa estaca. - me advierte.
Empiezo a suplicar que me libere pero hace caso omiso.
- por qué habría de hacerlo si comienzas a disfrutarlo? - ríe.
En eso, baja con la vara vibratoria hacía mi clítoris y lo presiona fuerte al mismo tiempo que lanzo un aullido de loba herida.
- detente por favor, detente!!! - le suplico.
Toma un balde de aceite y lo esparce sobre todo mi cuerpo.
- así todo perfora mejor!!! - dice riendo.
Estoy bañada en aceite. Mi carne resbaladiza. Las pinzas de mis pezones desean soltarse, el dildo metálico entra aún más profundo en mi cavidad vaginal. Introduce en mi ano una cola de zorra y estimula mi clítoris al límite. Se hincha. Mi cuerpo no puede resistir mantenerse en pie, gimo, grito, aúllo, lloro.
- detente por favor, deten....
Todo tipo de líquidos brotan de mi cuerpo... Baba, orina, eyaculación blanca...
- mantente firme, quieta - ordena.
No puedo. Mis piernas están por quebrarse.
Se detiene en un breve acto de compasión y me da la llave.
- gracias AMO - le digo extasiada, feliz de encontrar el final de mi sufrimiento.
Pero no es tan sencillo.
Soy prisionera de mi vagina y no puedo moverme. No puedo doblar mis caderas para alcanzar el orificio dónde pueda insertar la llave y poder liberarme porque no alcanzo y el dildo metálico insertado en mi conducto vaginal me mantiene inmóvil. Tampoco puedo sujetarme de nada en el techo porque es demasiado alto. No puedo alzar una pierna porque es inútil.
Estoy a su Merced.
Me doy cuenta que ni teniendo la llave puedo liberarme.
Me frustró.
Él ríe.
- vamos, no querías liberarte? - dice riendo.
Bajo la mirada y suelto la llave.
Es inútil.
- estoy a su voluntad AMO - le digo con la mirada gacha - haré lo que usted...
No puedo terminar la frase, estoy a punto de desmayarme, cuando él se dirige hacía mí, me libera y me toma entre sus brazos muy afectuosamente...
De aquella niña inocente con faldita pulcra, calzones limpios, zapatos de charol brillantes, corbatín, camisa blanca sin una sola mancha de botones negros, cabellos rizos entrelazados entorno a una elegante coleta de terciopelo y labios rojos intensos, gruesos, carnudos, perfectamente delineados, a una PERRA fina o una cerda sucia dependiendo sus deseos.
Quien lo imaginaría, una niña pulcra fina secuestrada por aquel hombre pervertido quien sólo anhelaba implantarle semillas de aberraciones, ideas florecientes de toda clase de vejaciones diferentes.
Él deseaba volverme adicta a él?
No.
Él lo que deseaba era hacerme suya: su objeto de placer; su muñeca de juego; su perra en celo.
Secuestrarme sería su primer paso. Ya lo había planeado.
Sabía que no sería tarea fácil pues mi resistencia rompería barrotes si así lo quisiera. Sin embargo, sus dotes no contemplaban el plano físico. Sus dotes psíquicos podrían debilitar cualquier resistencia.
Después de haberme observado sigiloso cómo un lobo hambriento y sagaz!!!, sabía que acercarse directamente a mí, sólo me ahuyentaría cómo una presa temerosa. Así que preparo todo en su cabañita...
Cadenas de plata de 10 metros, una jaula enorme de fierro en cuyo interior, yacía un plato de comida y un plato de agua, en uno de los extremos preparó dos tobilleras de cuero ajustables y hacía el otro extremo dos muñequeras de cuero. Las cuatro, se unían con las pesadas cadenas. Hacía arriba un orificio donde colgaba una mordaza con una pelotita de goma y un balde de acero que se movía conforme se jalaba una cuerda.
Habiendo preparado sus herramientas con fina cautela y detalle se acerca a mí con halagos y suaves palabras. Sabe que eso no doblegara mi barrera pues son muchos los que se han valido de tan baja hazaña e intenta usar el poder del magnetismo de la curiosidad.
Sabe que ese, es letal.
Inicia hablándome de la finca y del comportamiento de los animales. Muestro resistencia y emociones de asco e indiferencia pero su sonrisa se observa más pronunciada al notar que pese al tema no es de mi interés, eso me hace una presa más apetecible. Sabe que podría llegar a ser una buena PERRA; Leal y esclava. Ignorando sus intenciones, me voy sumergiendo entorno a sus historias. Parece sabio y amable. Es tierno.
Se emociona al hablarme sobre sus animales, especialmente tres:
un perro, Un cerdo y una vaca.
Me habla sobre los trucos que les ha enseñado y la forma en como los ha entrenado para tener un alto nivel de producción y ganancias económicas en su finca. Me habla de sus curiosidades. Me cuenta que los perros tienen diferentes personalidades y se comportan de maneras distintas dependiendo el nivel de jerarquía dentro del canís familiar; que se les debe entrenar para obedecer a su dueño a quién ven como un líder y que cada uno puede ser sumiso o alfa dependiendo su genética y contexto. Los perros alfa muestran su dominancia imponiéndose sobre el perro sumiso, demostrando fuerza y poder inicialmente en el juego y posteriormente en la búsqueda de territorio y apareamiento. Aquello es aplicable para machos y hembras. Me menciona que la forma de reconocimiento y "lectura" entre perros es a través del olfato y el gusto y por ello disfrutan el acto de lamer, siendo su lengua suave al contacto y muy húmeda. Usan su lengua en forma de lectura frente a las experiencias de otros canes, alimentación, estado de salud y reproductiva. Es la forma que saben usar para obtener gran cantidad de información de otros cuerpos. Pero se sienten más atraídos hacía algunos olores que por otros... Me causaba sensación y especial interés el detalle de lo que me relataba y sentía curiosidad por saber más....
Se hacía tarde y había pasado mucho tiempo escuchándolo. Así que, me invita a su cabaña al día siguiente para mostrarme sus animales y ver qué tanta "afinidad" tendría con ellos. Menciona que no es necesario ir con vestimenta fina pues podría ensuciarme. No estoy segura de aceptar su invitación pues recién lo conozco pero mi deseo de curiosidad me empuja al abismo.
Acepto.
Al día siguiente porto un vestido largo y botas de plástico.
El hombre me lleva por un camino apedreado cubierto de maleza al que se abre paso con un grueso machete.
Al llegar al sitio, observo una cabaña de madera gigante con varios espacios vacíos.
No le presto mucha importancia y sólo menciona que necesita espacio para sus "juegos" (dice en voz baja) "muebles" - corrige. Al fondo, siento un olor a campo y animales. Piso algo blando, miro al suelo y observó que es el fango dónde el cerdo se baña, al lado en un corral, veo un enorme animal de unos 300 kg de peso, se muestra afectuoso, y se acerca a mí a lo que retrocedo impactada por su gran tamaño.
No te preocupes - me calma el hombre. Es un cerdo noble - re afirma.
Continuamos caminando y veo una vaca en otro extremo del corral en medio del pasto, atada por el cuello y el hocico. El hombre se acerca a ella, le acaricia la cabeza, se sienta en un pequeño butaco y comienza a acariciar sus ubres. Aquello me pareció extraño pero no mencioné nada. Absolutamente en silencio. El hombre me decía que ello le ayudaba a calmar el dolor de sus ubres cuando estaban hinchadas y llenas de leche. Estuvo allí por unos minutos a lo que aquella vaca hacía gestos de placer.
Se detiene y toma mi mano para que la toque pero me resisto. Me dice que no pasará nada, que sólo debo "consentirla" un poco y que a ella le agrada ello.Me acerco y tomo sus ubres llenas de leche, hinchadas con mis pequeñas manos y siento algo húmedo y blando que gotea ligeramente. Me agrada la sensación y al parecer a ella también pues muge un poco.
Buena niña - dice el hombre.
Vamos. Quiero enseñarte algo más.
Continuamos y al fondo veo cinco perros machos. Me asusto y retrocedo por los ladridos. El hombre me calma y me dice que no me harán daño. Todos se encuentran dentro de un cerco de púas en un campo abierto. Sólo quieren conocerte - dice el hombre. Ven. Me toma de la mano afectuosamente y abre la cerca. Uno de ellos se acerca primero. El más alto y grande, se ve bastante musculoso y fuerte. Me intimida un poco. El hombre no suelta mi mano. El perro empieza a lamer mis rodillas y oler mi entre pierna a lo que las cierro instintivamente y coloco mi mano por encima de mi faldita. Rio nerviosamente. El hombre insiste en que todo estará bien y en qué recuerde la forma en que ellos "conocen" otros cuerpos y leen sus historias. Me dice que aquello es normal y que no le tenga miedo. El perro parece estar muy interesado en mi "historia" pues acerca su nariz a mi parte íntima. Mis calzones blancos se humedecen y siento como mis pezones se erectan. El hombre me pregunta cómo me siento y le digo que me siento extraña. Insiste en que esté tranquila sin soltar mi mano. Y los demás perros se acercan a olfatearme. Uno de ellos intenta rasgar mi vestido a lo que el hombre le grita - shhh quieto - . El perro inmediatamente se detiene frente a su orden. - recuerden sólo conocerla - mis calzones están húmedos entre tantas narices sobre mí y aunque siento los deseos de salir corriendo de aquel lugar, mi cuerpo yace inmóvil y curioso. No responde. El hombre me pregunta si estaré más cómoda paseando por el campo sin calzones, sólo con mi vestido. Me sonrojo y no sé que decirle. Me pregunta de nuevo y mete su mano entre mi vestido. No respondo nada. Estoy nublada y atonita frente a las sensaciones de mi cuerpo sin que mi mente sea capaz de pensar. El hombre baja mis calzones y mi humedad brota de mi entre pierna. Los deja en el pastizal y los canes se acercan a lamer y oler. Me siento libre y a la vez, expuesta. Quiero salir corriendo pero no puedo. - poco a poco tus prendas comenzarán a molestarte aquí - me dice el hombre. - y ya no serán necesarias - . Agrega. Me sonrojo y nuevamente no sé que responderle. - el campo es un lugar que otorga libertad a todos mis animales, incluyendote - sonríe.
Los perros huelen mi libertad y se acercan aún más insistentes. Sienten un olor muy atractivo que les llama a gritos. - estás en celo? - pregunta el hombre. Queee... Nooo... Yoooo.... Sólo balbuceo y me sonrojo. El hombre ríe y agrega - Si no estás en celo porque se acercan tanto y te huelen -. Si, pero tú dijiste que... - tranquila - sé lo qué dije. Se acerca lentamente a mí rostro, me acaricia las mejillas y me toca los labios. - Mmm, esos labios carnosos, suaves, jugosos - Introduce su dedo más grueso mientras los acaricia en el borde y mi saliva escurre hacia el piso. Los perros se acercan a lamer la saliva que corre en el piso. El hombre les hace un gesto. Y ellos levantan mi vestido y lamen insistentemente mi intimidad. Mi vulva y mi clítoris jugoso no para de chorrear. - A todas las PERRAS les gusta deleitarse con la lengua de su macho - dice el hombre sin sacar su dedo de mi lengua. Lo introduce más profundo y luego otro y otro. - mientras chupan el miembro de su macho - agregan. Mi cuerpo entra en trance. Me siento débil, mis piernas se doblarán en cualquier momento. Gimo al unísono de las narices, las lenguas, su dedo, - que buena mamadora y PERRA eres!!!! - sale un chorro de orina y los canes continúan lamiendo urgidos, están deleitados conmigo. Sólo quieren que les brinde chorros de cada agujero quieren lamer todo!!! Mis rodillas se doblan y caigo al suelo en posición de 4. - perfecto - dice el hombre. - ahora es suya - les grita el hombre. Levanta mi falda, me acaricia el cabello y les pide continúen lamiéndome hasta hacerme correr y aún así no detenerse. Cómo si sus órdenes fueran leí los canes continuaban lamiéndome, mi ano, mi vagina, mis labios, mi vulva, mi pubis, salían chorros y quejidos de mi boca inundada en saliva por sus dedos inundandome. Me corría una y otra vez, no podía parar. Una y otra vez entre chorros y saliva caía desplomada en el suelo totalmente inconsciente.
La fuerza, no había sido necesaria.
El secuestro. (Segunda parte)